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"Me hago pis, caca o se me cae todo..."

El piso pélvico es un grupo de músculos y otros tejidos que forman una especie de piso, valga la redundancia, a través de la pelvis. El principal músculo del suelo pélvico es el músculo pubococcígeo (MPC): tiene forma de una hamaca que va desde el pubis hasta el coxis, rodeando la uretra, la vagina y el ano.



¿Conocés sus funciones?

En las mujeres o personas con vulva, mantiene el útero, la vejiga y los intestinos en su lugar para que puedan funcionar adecuadamente. En los varones o personas con pene, ejerce la misma función de sostén con la próstata, vejiga e intestino.


Otra de las funciones de esta musculatura es la de controlar las entradas y salidas de los diferentes tránsitos: controla la salida de orina, semen y materia fecal, así como la entrada a la cavidad vaginal y rectal. Esta función tiene un control voluntario, que es aprendido a lo largo del desarrollo infantil.

También se lo conoce como músculo del amor, porque su buen tono aumenta la capacidad de excitación y de llegar a orgasmos, que además ganan en calidad.


¿Y si no anda bien?


El piso pélvico puede debilitarse o lastimarse, perdiendo su fuerza contráctil. Las causas principales son el embarazo y el parto, con o sin episiotomía. Otras causas pueden ser la obesidad, tratamientos con radiación, traumatismos, cirugía y envejecimiento.


Los síntomas más comunes de esta hipotonía son:

  • Sensación de pesadez, hinchazón, tirón o dolor en la vagina que se agrava al final del día o cuando mueven el intestino

  • Sensación o ver que un "bulto" o "algo que sale" de la vagina

  • Dificultad para comenzar a orinar o vaciar la vejiga por completo

  • Infecciones del tracto urinario frecuentes

  • Pérdidas de orina al reírse, toser o hacer ejercicio

  • Necesidad urgente o frecuente de orinar

  • Dolor al orinar

  • Pérdidas de materia fecal o dificultad para controlar los gases

  • Estreñimiento

  • Dificultad para llegar al baño a tiempo

  • Disminución de sensaciones orgásmicas.

  • Imposibilidad de control eyaculatorio.

  • Dificultad en mantener la erección del pene, así como la lubricación vaginal.

Por otro lado, el MPC también puede contracturarse o contraerse involuntariamente, como cualquier otro músculo del cuerpo humano. En dichas circunstancias, los intentos de penetración de la vagina o ano, generan dolor. Estos trastornos de penetración por dolor se conocen como #anismo o #vaginismo según la cavidad afectada. (Para más información lee el artículo:"Cuándo quiero y no puedo")



¿Cómo trabajar el piso pélvico?


Prevenir es mejor que curar, es mucho menos costoso y se ahorra sufrimiento. Como ya vimos, es importante mantener la musculatura del suelo pélvico en buena forma, por lo que deberíamos acostumbrarnos a fortalecerla a diario, como un hábito muy saludable, tan importante como, por ejemplo, lavarse las manos o limpiarse los dientes.

La realidad es que es muy sencillo, si bien, no puedo mentirles, es tedioso y requiere constancia.


Aquí les dejo como hacer los ejercicios de Kegel, o fisioterapia del piso pélvico:


Lo primero es aprender a reconocer el MPC: es el músculo que contraemos para detener la micción, o sea, al cortar el flujo de la orina al orinar. Éste es un mecanismo voluntario que aprendemos durante el control de esfínteres, y que luego lo hacemos automáticamente.

El quid del asunto de la rehabilitación muscular, es aprender a contraer este músculo sin orinar y sin contraer los músculos abdominales ni los glúteos.

Una vez que logremos reconocer el músculo pubococcígeo podremos aprender a fortalecerlo mediante su contracción/relajación seriada. Existen muchas técnicas y frecuencias. Lo más importante es que generes cierta rutina diaria. Ponete una alarma en el celular para no olvidarte!

También podemos ejercer un poco más de esfuerzo, y practicarlos con el uso de las bolas de Kegel. Estas son un sistema de bolas vaginales, con aumento gradual de peso, que las colocamos dentro de la cavidad vaginal. Al pararnos, actúan por fuerza de gravedad, obligando al músculo a contraerse para que no caigan/salgan de la vagina. Siempre iniciamos por la de menor peso y a medida que notamos la ausencia de esfuerzo muscular (significa que nuestra musculatura ya está preparada para avanzar a un siguiente nivel), cambiamos a la bola con peso ascendente. Y así sucesivamente.


Otra forma de ejercitar el piso de la pelvis es a través de las bolas de Kegel vibradoras. Éstas son uno de los recursos más innovadores en rehabilitación del MPC. Las mismas generan una contracción muscular mantenida y más eficaz que la mecánica, mediante su efecto vibrador, el cual percute sobre el músculo, estimulando su hipertrofia.


Cualquier tipo de Bolas de Kegel, las podés encontrar en Secret Store, la primera empresa especializada en Terapia Sexual. Y a la cual le agradezco las imágenes prestadas!!!

www.secretstore.com.uy / @secretstoreuruguay


¿Estás list@? "Pelvis a la obra!!!! "



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Dra. Vivián Dufau. Sexóloga

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